La destrucción, la muerte, la violencia, los actos más impúdicos y salvajes, también son sagrados. Si. muchos pensarán "pero y ¿como es eso posible que dicho salvajismo inhumano sea obra de Dios? Pues si mi querido amigo, es obra divina. Y saben que es lo más extraño y por lo tanto curioso a la vez? Que el sufrimiento que causa la violencia también lo es. Todo tiene un sentido. Cuando hube dicho esto una multitud de seres me agarraron a pedradas, seres encapuchados y con ropas comunistas, rojas, y símbolos socialistas y cuadros e imágenes de Marx, El che, Lenin, y muchos otros que ni idea...Salí corriendo antes de que me destrozaran el cerebro, el hilillo de inteligencia que me quedaba...
Si las corridas de toros, son restos de rituales sagrados, mitológicos así como el juego de fútbol que viene de el juego de pelota de los antiguos mayas, o aztecas no recuerdo, en el que los perdedores eran sacrificados para los dioses...El salvajismo existe siempre, viene de tiempos inmemoriales. Si investigáramos detenidamente nos encontraríamos con cosas que hoy podrían parecernos auténticas monstruosidades, tales como canivalismos, sacrificios, ritos chamicos dónde los posesos se causan violentas heridas en el cuerpo, culturas indígenas donde se le corta el clítoris a la mujer, etc...
La violencia es sagrada y hay que respetarla. Porque si se menosprecia, podría salir mas caros y doloroso que padecerla. Hay que agradecer que no somos víctimas directas de todo ese salvajismo, aunque lo llevemos en el adn, y en los genes del pasado, más bien. Y abrirnos a aceptar que venimos de eso, así como de un nacimiento bello y bonito, de una familia y de una historia que no hemos tenido que sufrir devastadoras consecuencias de guerras, genocidios, violaciones ni torturas, de verdaderas atrocidades. Y es un grito al mundo ¡Estamos hechos de asesinos! ¡Estamos hechos de violadores! ¡Estamos hechos de sicarios y psicópatas! ¡Estamos hechos de verdaderas atrocidades!
Seguro habrán aquellos que ante mis palabras estarán diciendo "Hay no, yo no, pff pendejo como se le ocurre decirnos eso, como es de atrevido de insultarnos de esa forma". Y pues a ti te respondo ¡Si!, eres bruto porque aún no te has aceptado como eres. Te desprecias. Puedes se tan peligroso como un asesino en serie. Sabes por que? porque alimentas el horror con más horror en vez de aceptarlo, en vez de comprenderlo. El horror te está diciendo ¡Por favor, acéptame, deja ya de excluirme, yo también soy parte de ti, te habito, estoy en tu cuerpo en cada una de tus células, deja ya de criticarme que yo no soy un desconocido!
La violencia nos habita y eso es imposible de rechazar, por más que nos persistamos en negarla, en rechazarla, o excluirla de nosotros mismos. Desde tiempos prehistóricos, nuestros antiguos dejaban a sus hembras encerradas en cuevas mientras que los machos salían a cazar, dispuestos a morir por el alimento, y no regresaban sin tener la comida para su hembra y sus crías. Competencia y salvajismo es lo que nos caracteriza a un nivel primitivo, y eso esta cambiando si, pero no podemos rechazarlo. Es parte de nosotros, de nuestra naturaleza, quizá el día de mañana en muchos años, evolucionemos hacia un paraíso donde ya no halla necesidad de recurrir a la violencia para solucionar conflictos, porque ya estaremos en otro nivel, y los dioses de la guerra, y del salvajismo serán recuerdos fríos. Pero hoy necesitamos autodestruirnos, destrozarnos, insultarnos, desatar furias ancestrales, etc...Porque la civilización que hemos construido ha parido monstruos zombis que reprimen sus instintos básicos, evolucionamos por un lado si pro por el otro nos jodimos, y eso es una auténtica monstruosidad...Crea seres insatisfechos, creyendo lo contrario, nos hemos deshumanizado negando nuestra animalidad...
Hay que recuperar el espíritu salvaje, la violencia sin censuras que quiere brotar de nuestro centro. Los instintos básicos, SI o SI.
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