Vida, porque
en el centro de tu nombre
Esta mi abismo
Mi esperanza favorita
Aunque el suelo inestable
Donde bailan mis despojos
Sigue abierto en primavera
Los domingos por la tarde
Porque vivir también es quedarse
Podría justificarme
Podría fingir que no me importa
Comer del fruto de tu imagen
Beber de tu secreto
El jugo de tus sombras
Podría quedarme
A resucitar a tus fantasmas
Aunque el sendero ilumina mi ruina
Con luces de neón,
la verdad blanquecina que se empaña
Cómo el escritor que da vida
Cómo el árbol que se estira hasta tocar el talón de los ángeles
Cómo el girasol que se siembra en mis silencios
En un instante dónde nada ocurre
Más allá de tí
Y del cuchillo que dejé clavado en tu poesía