En los músculos de las tinieblas
Avanzo dando saltos de luz
Mis vidas se estremecen
Cuando tiembla el sonido
Que anuncia un futuro exótico
Por mis lágrimas cabalgo
Dándo círculos divinos
Son las muecas
De un duende
Que canta
En un abismo azul
Mis manos descienden hasta tocar el oro
Que germina como un astro que alienta
A todos mis espejos
Sobre el misterio
Que se viste de piedras
Y corpúsculos de lujo
Son los segundos que el tiempo me regala
Como dulces ronquidos
Y los años ronroneos que se amplían
En el acústico del alma