En el centro de mi mente
Cerebro que expande fluidos de púas
Sangre haciendo horizontes en un tejido de macramè
Bàculas y sombreros de asfalto en la muchedumbre imaginaria
Locos que saltan en el trampolín del asilo espacial
Hay alguien aquì que nos mira
Es el beso burbujeante, la paz enraizada
A la semilla fundamental
Donde todos los paraìsos de humo revientan
Y nace el sol como una diadema encendida
Lista para ser pulverizada en el misterio de la libertad
La creación no tiene límites
Es un hueso que se pulveriza
Es un estadio de angeles y burros de tiza
Es el juego que las palabras usan para manipular tus manos
La escritura no es poesía
La luz de los dientes metálicos
Reflejan el corazón, de tu miel, lo más sagrado
El ave que nos espía esta de pie, jugando a ser biblioteca
Y un paraíso de gigantes se nos lleva la silueta
Sombras de aniz, el espejo se estalló
Quedaron pensamientos esparcidos por el piso
Que la mucama olvidó limpiar
Viento! Viento!
Tristeza de metal, aullido Gisenberg
La batalla se acribilla, es el instante
Inmemorial persona, máscara espiritual
Antena de humo grís, el escudo se rompe
Hay otra aurora que no se rinde
La barca del Danuvio azul
Viento! Viento!
Nos hundimos en el mar de piedra
Encallan las astromelias que decoran los cabellos de las sirenas
Baldes de luz líquida nos ahoga, el espíritu es un balde de luz blanca
Somos cobardes...
Sombra! Sombra!
Vid de destierro fantástico
Cumbre de aureola extasíada de amor
Solsticio desintegrado
Corta!
Corta con el abad de las nubes que nos dirige con su báculo de extraterrestre faraón
Viento! Viento!
Alguien nos controla, es la huída
Una corola, el estrado sideral de la magia impúdica
La briza del manantial que se enrrolla en nuestros espíritus
La boca de un Diós, que sufre de la mandíbula
Y no ha podido alimentar sus sueños de santidad
El genio esta atrapado en una locomotora
Dónde se masturba pensando en la raíz cuadrada
De un poema de Borges que viaja, hasta tocar la matríz
De una rosa en su escafandra
