Cantan los gorriones de la estrella
Que parpadea en la lata de silencio
Como si el poema se retractara de su
Mascara para venirse en pasos
De luz
La voz que imaginas en el refugio
Del horizonte se estremece
Y tu estas como un corazón conectado
A la maquina de oxigeno para encenderte
Quizá en estos insomnios de escases
La hormona no distinga entre un perro y una mujer
Quizás cuando los instantes de algodón
Se caigan por el abismo de tu nombre
Un reptil con ojos de hambre
Estará esperandote
Las palabras se retuercen en el manto
Del tapiz en blanco, para exprimir silencio
Y no se entienden entre ellas