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sábado, 11 de abril de 2015

A VECES

A veces muero entre las llamas del sepulcro
Otras me levanto del pasado
Como un Roble imperial
Que es atraído
Por magnetismo de nubes
Haciendo titánicos esfuerzos

A veces muerdo la manzana
Que el vientre de Venus
Conservar la vida 
Como un don del infinito
Sin darnos pie
Para destemplar en canto
De los huesos de alfombra
Donde la piel de los búhos
Mece mi oscuro vacío

A veces me encuentro en la mente sombrío
Otras, el infierno es canal del corazón
Donde erijo templos de amor
Construyo paraísos de fuego
Para recibir el bautizmo
De los monstruos
Que hacen del amor
El Amor
Y de su piel
Su más fiel amante

A veces me pierdo en el laberinto
De las muecas, 
Que dan de beber
Rostros vacíos,
Y piel manchada
De falsa inocencia
Y mis palabras de arcilla
Busco y rebusco
El diamante
Que no habló nunca
De los dones del silencio

A veces Dios me hace suyo
Otras, solo soy para el
Un instrumento sin sonido

A veces la vida me recuerda
Como un héroe mítico
Otras, solo me ve como
Un amante glorioso
De corazón desnutrido

A veces me abraza el Amor
Como un atardecer que es mecido
Por los albores musicales
De la poesía
Otras
Solo me deja
En los andamios del tiempo perdido
Mendigando color
A la imagen de un televisor en blanco y negro

A veces soy barco y soy proa
Y soy Vela y ancla de marinero decidido
Y rayo de luz que sale de su boca
Despierta manantiales
Soñados por argonautas
En el desierto perdidos
Otras
Se enquistan las sombras
De mi juventud baldía
En huracanadas figuras
De ancestrales fisuras
Que se jáctan de la herida
Bebiendo amargura
Y desperdicio

A veces soy voz de trueno
De hacha imponente
Camino rodeado de estrellas
Caldo de mar bebido por
La luna que enseña a cantar
Otras
Soy el corazón atravesado
Por la flema ácida del terror
Hasta derretir el cordón
Del espíritu que me une
Con la humanidad

Tanto venirte en millones de cielos
Monumentos de amor que aún respiran
Libertad en las cavernas sórdidas
En los vaivenes que el péndulo oscila
Volcanes que adentro te desequilibran
Para derrumbar el acantilado enterito
De ilusiones fugaces y falsas profecías




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