Las
avispas van sorteando la caída del diluvio transparente
Ahh…Delicioso
manjar del vértigo inesperado
Saltar
a lo desconocido en una experiencia fabulosa
La
selva de mi mente bulle como una jauría de animales encerrados
El
universo espera con sus garras de sabiduría
Para
arañar el diamante espiritual de cada uno de sus corazones
Y
el estallido poético es un huevo de oro en gestación continua
La
raíz de mis muslos toca el hueso del mar que en mis ojos vislumbra
Con
binóculos metafísicos, la piel de carne ahumada
Derritiendo
la emoción que tiembla en una cuerda mágica
El
suspiro me aquieta en su canto de cuna ancestral
De
amor insondable…Sumergiendo la voz más profunda
En
un torbellino de estrellas voraces
Despierta
la hormona y la orgía de los astros humedece en el vacío
Volviendo
a caer en tierra firme de colibríes con patas roedoras
Dónde
el plancton aumenta su deseo con las ratas misteriosas
Y
el fuego aviva su rabia contra el destino de los que duermen la muerte
Sin
vistos de asombro ni novedad
¿Qué
zambullido amoroso no osó ofrendar
Sus
labios de delfín a la fuente inagotable
De
locura divina?
¿Qué
aliento de roca
No
terminó por expulsar perfume de rosas
En
la semilla planetaria?
Dios
En
la brisa de un jardín armonioso
Sacudes las formas con perfume
De
belleza torrencial
Y
el suspiro es un ave
Que
pesca la voz del espíritu
En
la cueva del Sol
Donde
somos el eco
De tu sagrado huracán
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