En mis zapatos, desprendo las huellas
Dejando atrás mi sueños
El aire me absorve, soy succionado
Por el sol,
Mi vientre esculpe
La música atrincherada
En la flauta de Dios
Recibo del incendio una palabra
Es el cuerpo del padre
Entre el sudario envuelto
Yo lo bendigo con el cetro del papa
Desnudo, me quito la piel
Y la ofrendo
A su alma
Bautizo mi corazón con la espuma de su sexo
Soy tu muerte, querido
Y vengo a llevarte conmigo
Entonces el se levanta y me sigue
como un ingenuo niño
Y en la esfera sagrada
Yo me quito la capa y le digo:
No, no es cierto
Era solo para salvarte
De la apestosa gruta
Tu rabia se cuece
En el hervidero de sombras
De ancestros que sufren
El trineo es conducido
Por mis orejas
Yo vivo en el cielo
Soy un astro esponjoso
Que absorve tu miedos
Con estertores centrífugas
Soy el conejo del diablo que muerde tu zanahoria
Para escribir con el ano
Todos los ríos que sangra la rosa
Eleva mis pies al espacio sensual
De los huracanes cansados
De girar y girar
Escupe mis ojos en la sobriedad
Del sentido
Para que pueda mover con mis
Lágrimas el camino
El camino de los pies mojados
Y espera que el mar
Abra sus pechos
A la hora de amar
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