Calma pugnaba
Calma a deshora
Calma al otro lado
De la falda de la escafandra
De la alondra que flotaba
en las aguas de Ofelia
De las hadas y sus sombras
Calma sin palabras
Calma destructiva que el horizonte
Insuperable no alcanzo
A desandar la maratón de la esperanza
La calma nos hacia indignos del amor
Y el sublimado esbozo de la sonrisa del tiempo
Tatuada como una caricatura
En las nalgas del muerto
Calma en tu angustia que brama
De oscuro delirio
El calor de la noche que vomita
Escarabajos de felicidad
Y los milagros del abismo
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