Las estrellas se hacen polvo
Sobre la avenida de las palabras
Dónde la escritura se arrodilla
Ante la inmensidad de la gramática
Una ráfaga de libélulas
Que recuerdan a los nombres
Y las llaves que perdimos
En los laberintos de sus orbes
Todos son aciertos,
Brincos de silencio
Que nos llevan
Que nos llevan...
Algún lugar
se pierde y el bostezo
de la libertad
Reverdece
Reverdece...
La imposible cuestión
De la mentes se hace grande
En medio de una pendiente
EL huracán se cae
Si hay un grito en el desierto
Que sea el secreto de la fuente
¿Acallaremos, como un mar lunar
En el amor saciable de la muerte?
Si hay un horizonte que grita piedad
En el delirio anglosajón de un intelectual
¿Querrá subir nuestra neurosis
a su catamarán filosofál?
Un segundo para morder el anzuelo
Y una millonésima más para zarpar el miedo
Las tijeras que atraviesan tu entrecejo
Son cerezas que predican el consuelo
Todos son aciertos,
Brincos de silencio
Que nos llevan
Que nos llevan...
Algún lugar
se pierde y el bostezo
de la libertad
Reverdece
Reverdece
Las estrellas se hacen polvo
Con la avenida de las palabras
Dónde la escritura se arrodilla
Ante la inmensidad de la gramática
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