El ego

Cae la sangre del amor que se irrita

Como una quemadura de sol

La llave de mis neuronas más contentas

Son traficadas por un niño manipulador

Y sigo adelante –me digo-

Con la esencia desnuda a pesar

que la maldiciones del ego revientan

Asesinan, recriminan 

y apuñalan la música de la magia
por la espalda del instante

Mis dedos mentales no quieren

Untar más de sangre de vidrio el papel

¿dónde estan los desechos que dejó

la masacre de los más conmovedores olvidos?

¿Qué tuerca inquilina

se zafó en el equilibro

que creía tan apretado?

Conciencia es un lugar de conquista

Donde no se llega solo por azar

Habrá que trabajar como un orfebre fanático 

Para progresar sin esperar obtener nada a cambio