Cómo un enjambre de huesos que titilan
La voz arde en el asfalto de la locura
Un grito que no controla el manubrio
Cabizbajo y mudo espejismo
Se oxida y nos espanta el paraíso
Más sin embargo un pensamiento
Es un pantano de virutas y hortalizas
Un cementerio de ideas que rugen y se expresan
Con el hocico de la bestia
Lo que calla la poesía
Lo que calla la poesía
Lo que calla la poesía
Esta mañana es todo el día
La presencia que llamamos muerte
Nos envuelve en su alegría genuina
A pesar que la tristeza a lo desconocido
Nos cobije en su cuna tersa y sensitiva
Belleza que antaño cubrió de hielo
El mediodía saturnino, invadiendo
De ansiedad silvestre, la paz que se
Confunde con rezagos de locura
Y cascanueces de fe
que comen las ardillas
Más sin embargo un pensamiento
Es un pantano de virutas y hortalizas
Un cementerio de ideas que rugen y se expresan
Con el hocico de la bestia
Lo que calla la poesía
Lo que calla la poesía
Lo que calla la poesía
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