Es la vida y es la muerte
Una inmensa sala de espera
Sala de espera el tiempo
La casa, mis pasos, el camino
Sala de espera la infancia
Tu recuerdo
La poesía como infierno y paraíso
Sala de espera el espejo
Tu reflejo
Los fantasmas
La seducción del recuerdo
Y los besos de granito
Sala de espera el suspiro
La mueca, los dados
Las cartas echadas
La suerte dictada
Las soledades atadas
Y todo aquello que nunca nos dijimos
Hasta aquí el pasado
Hasta aquí el presente
Hasta aquí el futuro
Hasta aquí el apego
Hasta aquí el deseo
Hasta aquí la magia
Hasta aquí esperanza
Hasta aquí tu embrujo
Las trompetas truenan
Las palabras se desarman
El misterio se suicida
Y todos los esfuerzos
Empleados
En buscarte en encontrarte
Para siempre se fusilan
Es el comienzo de la felicidad sin límites
Sin jaulas morales
Sin sueños raquíticos
Es el comienzo de la desintegracion total
De los conceptos
De las ideas
De la historias personales
De los gritos heridos
Lo nuevo se yergue sobre nuestras gélidas tumbas
Como cantos africanos, como danzas indias
Y como ceremonias antiguas
Celebrando la caída del último ladrillo
Que sostuvo al imperio de la personalidad
Lo nuevo se abre paso entre las máscaras
Como flores radiantes que sangran alcohol
Destapando cañerías de ancestros podridos
Limpiando sombras manchadas de violencia
y perfumando horrores anquilosados
En los huesos del abismo
De aquí me voy
Como quién se va
Completamente
Ido
Divorciado sin más
De todos sus si mismos
Cargados como lastres
De disfraces ajenos
Y máscaras mohosas
Dualidades disueltas
En el oceano infinito
De la transparencia
Dejando solo un hilo
De sagrada intuición
Un grito de amor
Aferrado a las estatuas
siempre vivas
Que agonizan
Salvación
En los templo
Del desastre
Hasta aquí el pasado
Hasta aquí el presente
Hasta aquí el futuro
Hasta aquí el deseo
Hasta aquí la magia
Hasta aquí esperanza
Hasta aquí tu embrujo
Hasta aquí la noche
Hasta aquí el desorden
Hasta aquí los muertos
Hasta aquí el susurro
Hasta aquí las sombras
Hasta aquí los prados
Hasta aquí las tumbas
Hasta aquí la aureola boreales
Hasta aquí los fantasma desnutridos
Hasta aquí las voces errantes
Hasta aquí los infiernos de Dante
Hasta aquí la poesía
Hasta aquí Lorca
Hasta aquí Dalí
Hasta aquí Pizarnick
Hasta aquí el surrealismo
Hasta aquí el misterio
Hasta aquí la lucha
Hasta aquí el tiempo
Hasta aquí el abismo
Hasta aquí el destino
Hasta aquí el instante
Hasta aquí el seguro
Hasta aquí universo
Hasta aquí la raza
Hasta aquí mi nombre
Hasta aquí el dinero
Hasta aquí te necesito
Hasta aquí mi rostro
Hasta aquí el silencio
Hasta aquí este mundo
Hasta aquí este sueño
Hasta aquí el infierno
Hasta aquí el paraíso
Es el momento de destruir cimientos
Que arrancaron la fe de nuestras raices
Dejando solo campanarios
De terror para frustrar
La voz del alma
En este mundo enfermo
Con ansias de sanarse
No hay comentarios:
Publicar un comentario