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martes, 6 de diciembre de 2016

LA SOLEDAD DE LOS CEREZOS - Un poema del trapecista



La música de la locura
Fraguando en pinceladas de avestruz
Arañando el intento de colorear
El alba con tiempo herido de tiniebla

La mística de los establos celestes
Brujería casera para curar el mal
De los miedos  que atraviesan
Cráneos circenses
Y conjeturas densas

Un fuego que lucha
-con intentos salvajes-
Por permanecer ardiendo
En el centro de un enjambre
De insectos dónde moran
Lo elíxires del corazón
Y el latido de lo que murió

Candados custodian la batalla
Que se rige tras nuestros páramos lúgubres
De resurrección y falaz encantamiento
De locución espiritual
Es la voz de los cerezos
Y el coliflor, desflorándose
En la mitad
De los océanos

Allí tu voz, despidiéndose
De la voz que nunca escuchó
Con auriculares mortales
El sonido impronunciable
Del amor -ebullendo-
En el cuerpo más ardiente

Allí tu voz, cantándome
Historias de pasión secreto
Revolcándose en las tumbas
La soledad de los cerezos

Y mis fantasmas celebrando
En la fiesta del exceso
La llegada del lamento
Cuando tu amor y el mío
Para siempre ha muerto


miércoles, 23 de noviembre de 2016

EL ENMASCARADO - Un texto del Trapecista



A veces uno experimenta la muerte
La muerte es esa avispa que hace ruido en tu oído
Es ese momento en el que vas caminando por la calle
Y de repente te encuentras con un silencio inesperado
Que se presenta, como la voz de Diós

Y tus sentidos se confunden,
Las palabras que ibas a pronunciar
Se dispersan, te vuelves un caos instantáneo
Imprevisible, lunático

El miedo acontece
El miedo es un árbitro que tapa todos los tiros
Solo uno entra al arco y ese es…
La máscara

La máscara que llevas puesta
Habla de la sinceridad que ocultas
Tras una multitud de imágenes
Palabras, fachadas, gestos
Que van creando
Poco a poco
Una personalidad posuda
Un ego falso que utilizas
Para comunicarte
Con aquello que te es desconocido

Mediante ella seduces
Te transformas en un personaje atractivo
Te bancas una construcción personal
De una leyenda viva
Don Juan Tenorio y Cassanova

Y ya no eres tú
Sino el qué te conviene ser
Para llenar vacíos profundos
Saciar tus deseos más egoístas
Pero que hay que vivir
Al menos una vez en la vida

Te preguntas
En el fondo de aquel que sabes que sí eres
Todos aquellos que no has sido hasta el día de hoy
Como amigos lejanos ¿Qué será de ellos?
¿Están destinados, como es de esperar
A desembocar en la tumba cotidiana?
Mis más queridos, fieles y amados amigos
Yo a ustedes los respeto tanto
Que no se imaginan lo dichoso que me han hecho
Y también lo desgraciado…

Porque no hay que idealizar aquello que te ama y te quiebra por dentro
Porque no hay que asumir que por qué son mis consentidos, sean lo verdadero

La verdad esta untada de desilusión tanto cómo de ilusiones
Esta hecha de fuego y de cenizas, de lujos y desechos
No nos vengamos con arquitecturas fantásticas
De visiones sublimes, que se desvanecen con la primera ráfaga
Somos la totalidad en la partícula, la unión de opuestos
Demencia y cordura se juntan para representar la danza del universo
Cuando todas las fronteras se desvanecen…

Serás, amigo mío, la llave que abre todas las puertas
El tesoro que nace de una semilla
La luz que atrae a los insectos
El bálsamo que sana a todos tus muertos

Serás
La pista de baile de los unicornios
El prisma que atraviesa el lucero de tus propios ojos


   

lunes, 21 de noviembre de 2016

LA SONRISA DE TU ESCARCHA - Un poema del trapecista



La depresión se difumina,
Como un humo de pájaros confusos, 
la nube se disipa...
Y aparece el rostro de la esfinge del alma

Mi parte femenina, tal vez
El fondo esotérico del corazón
Que brama con hocico de estrella
Expidiendo palabras del bhagabad guita
Y mariposas pintorescas
En bombas de Hiroshima

Así tu amor cuando canta
Y en el infierno ya no hay sufrimiento
Y la vergüenza por tu nombre tatuado en mi clítoris imaginario
Y la indiferencia de un diós que no ama
Actuando, 
como nave espacial en el rebaño de las máquinas

Miro fijo a los ojos de tu imagen pintada en la pared de la caverna más ignorada
Y llueve calma... 
A pesar de los espejos crueles y misericordiosos, 
Aún vive... 
la sonrisa de tu escarcha.


sábado, 15 de octubre de 2016

EL PREMIO Un poema/canción de Nicolas Jiménez



Anoche soñé contigo
Estabas igual que ayer
Pero algo había cambiado
No sé muy bien ya lo que es

Mochila al hombro fui a buscarte
De regreso al lugar dónde naciste tú
Te sorprendiste al encontrarme y
Quizás por miedo a que te amen
Esquivavas mi atención
Como un gatito juguetón

...Tanto así que cuando desperté
Te confundí con mi mascota...

Linda no te pongas a jugar ahora
que estoy hablando en serio
Linda siéntate frente a mi ahora
Que voy a darte un premio

En el sueño estábamos con un amigo
Que hacía de nuestro mediador
Es como de esas personas que tu amas
Que tu sabes que existen
 En algún lugar del mundo 
Pero que viven siempre en otra dimensión
Así como nuestra extraña relación

...Y cuando desperté
Te confundí con mi mascota...

Linda no te pongas a jugar ahora
que estoy hablando en serio
Linda siéntate frente a mi ahora
Que voy a darte un premio

Linda no te pongas a jugar ahora
que estoy hablando en serio
Linda siéntate frente a mi ahora

Que voy a darte un beso

sábado, 8 de octubre de 2016

ESCAPANDO Un poema de Nicolás Jiménez



Escapando
de una sonrisa de hielo
La espina quebrada 
En la piel del naufragio
A la intemperie de la música estruendosa
Mis párpados se oxidan
Insensibilizándose
Mientras que la esperanza
Como una mosca en mi tímpano
Zumba y revienta

Escuchar y describir al tiempo
Despeñarse por acantilados
Infinitos e infernales
Muriendo
Al corazón de la poesía
Del sinsabor de lo sublime
Sedante de vaca muerta
En las explosiones artísticas
De mi ego
De mi egomanía ilícita
Transgénica
Bulímica
Contestataria
Histórica

lunes, 3 de octubre de 2016

EL ALMA DE LA ESCARCHA Un escrito de Nicolas Jiménez




Llueve a cántaros en el país de la nostalgia. El reloj marca las 10, manecillas trabadas...El tiempo es una sucesión de instantes, y la voz de la locura está atrofiada. Cuando desperté, mi voz se había ido como un pájaro en cable eléctrico que alza vuelo. Tiembla en mi interior y evacuan los nervios, a zancadas desordenadas, provocando accidentes espirituales. 

Pienso y pensar ya no es pensar, la luz de las estrellas se apagan. El inmenso silencio no entra por la puerta de esta casa. Rezo por el templo para que vuelva a mí. La respuesta que recibo es un compás musical que marca el ritmo de mis letras, para la composición de estas palabras. Me pregunto si existo, y ruge el vientre de las mariposas disecadas. En mi vientre hay una pizarra donde un psicópata las clava. Coleccionista de amor. El psicópata soy yo...

Pero advierto entonces, que el amor nunca fue en vano. Uso al bolígrafo como instrumento manipulado para asentarme en el presente. No huyo sino reafirmo, la naturaleza efímera de mi existencia. No me apego al cambio ni a la idea. EL cambio es sucesión natural y espontánea. Aunque a veces bloqueo mi expansión con pensamientos negativos que gatillan emociones inestables que construyen fantasías en mi mente por naturaleza creativa. Y las interpreta con trágicos símbolos...

Mi soledad ya no es MI soledad. Mi soledad es colectiva. Generosa, altruísta y sobre todo artística. 

Esta banal ilusión de ser un átomo separado de los otros, es un mito...Un cuento infantil que terminé creyendo de manera literal. Pido, entonces, por las almas sobreidentificadas a esta historia, que puedan lograr su desidentificación proyectada en la ilusión que provoca sufrimiento. -Como un psicoanalista con toga de santo- Bendigo la proyección que me ha tocado introyectar.

Me separo de la soledad enquistada como una cadena perpetua, me acerco a mí como un encuentro con la libertad refrescada. Porque yo soy mi propia verdad, fuente de amor infinito, bálsamo de tinta luminosa que da vida, inclusión y dulce existencia. Ante mis ojos el altar de los muertos atraviesa la mirada, y más allá el horror del vacío, me abraza con el alma de la escarcha.



sábado, 1 de octubre de 2016

ESTA NOCHE, EN LOS ESPEJOS Un poema de Nicolas Jimenez



Esta noche
Las brazadas del miedo
Como un enjambre de raíces
En un bosque sórdido
Me acunan hasta el agobio
Yo grito y es humedad
En las palabras del silencio
Arrumados los escombros de la insensatez
El llanto de un niño herido
Resquebraja el cristal

Elíxir de pensamiento
Mariposas catastróficas
Entablando conversaciones efímeras
Expidiendo paz en fosas comunes
De insomnio y ensoñación

La tijeras de la libertad
Escapando a vuelo fino
Por los aires frescos

Si tuviera que nombrar al miedo
Es la incertidumbre que depara
A la nostalgia y antecede
A los espejos

Si tuviera que asustarme
Sería contigo
Reflejo
Espantosamente bello
Petrificado en la juventud
Que ni la eternidad
Podrá dañar